Me gusta actuar sin pensar en las consecuencias.
Me gusta saltarme las reglas y no seguir la misma rutina.
Me gusta reír y hacer reír.
Me gustan los pequeños detalles y los grandes momentos.
Me gusta recordar mis viejas hazañas, pero seguir mirando al futuro, porque, de alguna manera u otra, no podemos seguir adelante sin nuestro pasado, de ahí que, en ocasiones, nos asalten recuerdos tan lindos como hirientes, tan entrañables, como patéticos,...Pero que nuestro corazón, nuestra mente nos recordará por miedo a olvidarlos.
Pero mírame, pensabas que me iba a morir, al verte con otro nuevo maniquí. Pensabas que iba a llorar y mírame sonriéndole a la vida. Creías que sin ti, no sería nada, pero créeme, no vales tanto la verdad.
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